Dirás, estimado amigo lector, que ¡vaya, era hora que reapareciera por este espacio! En verdad he estado un poco retiscente a publicar ciertos textos y temas en relación con el meollo de este blog. En parte por no buscarme problemas con terceras personas, en parte, desde el 30 de enero, por que nada alcanza a llenar el vacío de mi vida reciente.
No obstante, a modo de un adelanto adicional a los que he publicado con anterioridad, casi como artículos de prueba, de ensayo y error, ahora les comparto el siguiente video blog extraído de mi canal en YouTube. Sinceramente sé por qué lo hago, pero también no sé qué me motiva. Duele, y duele mucho, es lo que tengo perfectamente claro.
Sí, sé que te parecerá un poco oscuro, críptico, extraño, bizarro lo que estoy escribiendo, pero no tengo ánimos de ser preciso ni de abrir el cofre, acaso sólo puedo permitirme asomar la nariz a un mundo que ya no reconozco como aquel que andaron mis cansados pasos.
En mi casa espantan, y el espectro porta mi nombre, luce igual a mí, soy el que soy.
Con «L» de lector